
Si estamos en la cola de un banco con varias personas que no conocemos esperando nuestro turno y llega alguien y se pone en primer lugar, todos los que estamos en la fila esperando rápidamente le indicamos al que se cuela que se ponga donde le corresponde.
La regulación de la red de vínculos, de manera invisible, hace lo mismo con aquellos que de forma inconsciente “se cuelan” (no respetan los lugares) y se colocan en el lugar que corresponde a los que llegaron antes.
El sistema familiar tiene una jerarquía que se determina por el momento en que cada persona se incorpora a la familia. Los que estaban antes tienen prioridad respecto a los que vienen después.
En otros tipos de grupos humanos, los que estaban antes aportan una forma estabilizada y un contexto que da sentido y provee de un curso de acción a los que se incorporan, como las funciones en una empresa, la organización, etc. De este hecho, en las constelaciones se muestra que los posteriores no pueden ponerse por encima de los anteriores, ya que entonces se generan problemas en el grupo.
En Hamlet (obra literaria de Shakespeare) encontramos el ejemplo del hijo que quiere vengarse de una injusticia cometida hacia su padre asesinado. Carga con unas responsabilidades que no son suyas y por “amor ciego” al padre se coloca en el lugar depadre del padre. Otro ejemplo es cuando el último hijo se coloca como si fuera el primer hijo (tal vez porque este murió tempranamente), deja de ocupar su lugar y rompe la jerarquía según el orden temporal en el que llegó
Todos estamos más tranquilos si asumimos “nuestro lugar” según el orden de llegada al sistema. Lo que ayuda es que cada quien esté en el lugar que le corresponde: tan simple como que los padres estén en el lugar de los padres y los hijos en el lugar de los hijos.

Con cariño, Aga Umpiérrez